Por tanto, ese universo que constituye el campo fenoménico de nuestra conciencia, ese universo, lo somos. Lo somos en todos sus contenidos, en todos sus valores. En el fondo, esto es como si nosotros fuéramos unos pequeños dioses porque es de nosotros que se forma un universo, es de nosotros que se forma el sentido o significado de nuestro universo individual, de nuestra conciencia total, es de nosotros que se va manteniendo todo eso y es en nosotros que todo eso va interactuando constantemente. Así pues, en cierto sentido somos los creadores porque está hecho de nuestra substancia, está hecho de nuestra inteligencia, de nuestra afectividad, todos los contenidos de nuestra conciencia están hechos de nosotros. Pero el drama es que nosotros creemos ser sólo una pequeña porción de ese universo, y entonces solemos tener problemas con el resto de ese universo de nuestra conciencia.
Fragmento del libro " Despertar y Sendero de Realización " de Antonio Blay. 2010. Editorial Indigo.